jueves, 9 de julio de 2009

La llegada de dos Angelitos



"Mi historia tal vez no podría ser lo más común, pero al final doy gracias a dios por haberme dado a mis dos tesoros."

El inicio

Era aproximadamente noviembre del 2003, teníamos algunos días de haber cumplido nuestro primer aniversario de novios, pero las cosas no andaban tan bien, aunque estábamos en pláticas para casarnos, yo no me sentía tan segura y le pedí que lo dejáramos para después, eso lo molesto y la relación estaba cada vez peor. Decidimos terminar justo un 20 de diciembre del 2003, pero solo duramos tres días separados y regresamos el 24 de diciembre, y ese día caí en la cuenta de que tenia varios días de retraso y que me sentía rara, cansada y sobre todo con unas nauseas horribles; pero espere, y se lo comente después de la cena, me dijo que no me preocupara que el me amaba y que si teníamos un bebe me amaría aun mas, esperamos a que pasaran los días festivos y me hice una prueba de sangre para confirmar mis sospechas…. Cuando abrió el sobre, su cara tuvo un gesto de felicidad, así que me imaginaba el resultado y sentí un alivio tremendo, pero mi mundo cambio cuando el dijo “vamos a ser papas”.... todo fue tan repentino y no me lo esperaba, que mi primera reacción fue llorar y decir “no lo quiero”…. El me convenció y muy a mi pesar acepte casarme y tener a mi hijo, no estaba feliz, al contrario, tenía muchos sentimientos encontrados, sentía que no era el momento, tenia solo 20 años!! Y, yo apenas estaba cursando el 3er semestre de mi carrera y no quería dejarla, y sabía que estaba defraudando la confianza de mis padres, pero aun así acepte.

La primera espera

Fueron cinco meses de mucha depresión y mucha soledad para mi, mi única momento de felicidad era cuando iba a la facultad, el ir a clases y estar con mis amigas me hacia sentir mejor pero aun así jamás me sentí acompañada ni mucho menos amada o comprendida y muchas veces sentía que odiaba a mi propio hijo. Un mes antes de que naciera mí bebe, me sentí muy mal, tenia dolores muy intensos y tuvieron que internarme por si había riesgo de que se adelantara el parto, afortunadamente todo fue una falsa alarma y volví a mi casa. Los problemas en vez de disminuir cada vez aumentaban y cada que discutía con mi marido, yo le echaba en cara que no quería al bebe y que el me había obligado a tenerlo, porque yo desde que me entere que estaba embarazada le dije que no lo quería. Pero en una ocasión discutí con mi marido, estaba muy triste y me senté en el piso de la habitación que iba a ser para el bebe, me sentía tan triste y tan sola que empecé a hablarle y le pedí perdón por no poder quererlo como otras mamas querían a sus hijos, el se empezó a mover y comprendí que me escuchaba y entendía todo lo q

ue le decía, fue entonces cuando realmente supe que si dios me había enviado a ese niño era porque iba a ser mi motor y mi inspiración en la vida, desde ese momento me prometí a mi misma jamás culparlo por lo errores que yo había cometido y quererlo y defenderlo con todas mis fuerzas. Y la espera por fin termino.



La llegada

10 de agosto 2004, tenia cita con mi ginecóloga y como ya había cumplido las 40 semanas y ella saldría de viaje en un par de días, me propuso inducir el parto para que ella pudiera atenderme, yo acepte pues ya le tenia confianza y no quería que nadie mas me atendiera en caso de que mi bebe quisiera nacer en su ausencia; mi Dra. Me dio el pase para que estuviera el 11 de agosto del 2004 a las 07:00 am en el hospital. Yo ya tenia fecha para conocer a mi bebe y prepare todo para que no hubiera problema ese día, le avise a mis papas, hermanas y amigas para que estuvieran conmigo, mi esposo estaba muy contento y me decía que me amaba y que jamás iba a pelear conmigo y que íbamos a ser una familia muy feliz.

11 de agosto 2004, me levante tempranísimo a verificar que no me hiciera falta nada en la maleta, a bañarme y sobre todo a relajarme, partimos rumbo al hospital y llegamos muy puntual, en cuanto llegue la enfermera me dio una bata, me pusieron mi suero y me hicieron un par de chequeos para verificar que todo estuviera bien, me pusieron un medicamento para inducirme el parto, y empezaron las contracciones como a las 9:00, pero aun no estaba dilataba, por lo cual tuve que esperar un par de horas mas, los dolores cada vez eran mas intensos, una enfermera puso un aparato para escuchar el corazón de mi bebe, pero el latido era muy débil, por lo que llamo a la Dra. Que me explico que el ritmo cardíaco del bebe no era normal y que si no se normabilizaba me tendrían que hacer una cesárea, le rogué tanto a dios que mi niño estuviera bien y que me dejara conocerlo y tenerlo en mis brazos, y me escucho, por fin me dilate lo suficiente y me pasaron a la sala de labor, llego el anestesiólogo y me puso la epidural y empezó el trabajo de parto, el dolor era bastante y yo como primeriza no lo podía soportar, la anestesia tardo en hacer efecto, pero aun así al anestesiólogo se le ocurrió volverme a inyectar, lo cual hizo que empezara a dormirme en pleno parto!!... el bebe estaba a punto de nacer, pero yo ya no podía mantenerme despierta, así que la Dra. Lo saco con fórceps, yo solo lo escuche cuando lloro y sentí que me lo acercara pero no lo pude ver, pues el cuerpo ya no me respondía, desde ese momento ya no supe de mí. Mi bebe nació a las 13:00 de la tarde. La anestesia me mantuvo varias horas incosiente hasta que pudieron volverme a despertar ya eran pasadas las 18: 00 hrs. A la primera persona que vi. a mi lado fue a mi madre y lloro en cuanto me vio despertar. En mi habitación estaba ya mi suegra y mi marido, pero el bebe estaba en los cuneros. Llegaron mis hermanas con mi papa y enseguida mis amigas, en mi habitación había un enorme ramo ramo de rosas que me había llevado mi marido en agradecimiento por el nacimiento de su hijo. En ese momento pensé que las cosas mejorarían y que la llegada de nuestro hijo nos uniría más. Yo estaba muy ansiosa por conocer a mi hijo, pues dadas las circunstancias aun no podía saber como era su carita, todos ya lo habían visto menos yo, me decían que se parecía a su papa, que estaba hermoso; después de las visitas me levante a bañarme y a comer algo, ya como a las 20:00 por fin se dio el encuentro, la enfermera me lo llevo para que pudiera estar un ratito con el y que le diera de comer, fue tan bello ese momento y se me olvido todo, solo podía verle su carita era tan hermoso, tan chiquito no podía creer que un ser tan pequeño me inspirara tanto amor a tan solo unos minutos de haberlo conocido, decidimos que se llamaría Johan Xavier, Johan porque ese nombre le gustaba al papa y Xavier porque así se llamaba mi suegro y sabíamos que a el le hubiera encantado la idea de que mi hijo llevara su nombre. Su primera noche la paso en los cuneros y lo pude volver a tener conmigo hasta el siguiente día, ya que nos dieron de alta.

Obvio las cosas para nada mejoraron, se volvieron mucho mas difíciles y no aguantamos la presión, aunado a la violencia que ya ejercía sobre mi, decidí dejarlo, q tome mis cosas y a mi hijo y me fui de esa casa, mi bebe tenia solamente tres meses de nacido, pero yo estaba convencida de que estaríamos mejor lejos de mi marido.

En diciembre mi marido tuvo un accidente y yo fui a verlo, platicamos y decidimos volver aunque, seria con calma, yo no regresaría a vivir con el hasta que se pudiera recuperar por completo. Pero durante esa recuperación yo empecé a trabajar, ya que el no podía y pues mi hijo tenia que comer, así que mi vida se complico un poco mas, ya que aparte de trabajar, seguía en la facultad, atendía ami bebe y a mi marido enfermo.

La nueva espera

En marzo del 2005, me sentía bastante cansada, mis múltiples actividades me tenia ya muy agotada, aunque mi marido ya estaba mejor y me ayudada con el cuidado del bebe, yo lo dejaba temprano en su casa y lo recogía ya en la noche, pues aun no estaba convencida de vivir nuevamente con el. No me sentía nada bien, estaba bastante irritable y todo se lo atribuía al estrés del trabajo y la escuela. Pero realmente mi mal era otro, así que decidí ir a l medico para un buen chequeo, me mando hacer algunos análisis, y al ir por los resultados, el mundo se me cayo encima…….

Estaba nuevamente embarazada, según lo que decía los resultados de los análisis, pero yo no lo podía creer pues me estaba cuidando con el DIU, me hicieron un ultrasonido para corroborar los análisis y efectivamente, estaba esperando a mi segundo hijo.

Las cosas se complicaron, pues al decirle a mi marido lo del nuevo bebe, se puso furico, y nunca acepto que fuera de el, me insulto y me pidió el divorcio, y por mas que quería hacerle ver que ese niño si era de el, jamás me creyó. No le rogué más y decidí hacerle frente yo sola a esa nueva prueba de la vida.

Fue muy difícil la segunda espera, pues el trabajo, la escuela y mi primer hijo que ni siquiera tenia el año, absorbían toda mi energía, pero tenia que seguir adelante. Como ya no contaba con mucho dinero , las consultas siempre fueron el seguro, y vivía con muchas limitaciones tanto para mi como para mi hijo, pues mi marido ya no se ocupo mas de nosotros, en ocasiones iba a visitar a mi hijo pero en cuanto le decía de los gastos se enojaba y se iba. Así pasaron esos 9 meses, yo no sabia si podía darle todo lo que necesitaban a mis hijos, ni siquiera podía pagar una consulta decente, el único ultrasonido que me hice fue ya casi al final de mi embarazo y lo pague con muchos sacrificios, solo veía a mi hijo en la mañana que lo llevaba a la guardería y por la noche para meterlo a la cama, era frustrante no poder darle la atención que el necesitaba, sobre todo porque andaba muy sensible por la llegada de su nueva hermanita.

La llegada

28 de Octubre 2005. Mi hijo tenia cita en el seguro con el pediatra, y como yo ya estaba de incapacidad, lo puede llevar, trataba de pasar todo el tiempo que pudiera antes del nacimiento de mi beba, todo salio muy bien, fuimos a la casa a comer y me despedí para irme a la facultad. Las escaleras de la escuela eran una tortura para mi, pues con mi enorme panza subir 4 pisos no era nada sencillo, tuve mis clase normalmente, pero me sentía incomoda, tenia un leve cólico, pero aun así me quede hasta la ultima clase, Salí a las 20:00 de la escuela y me fui a mi casa. Pero el dolor persistía y cada vez se hacia mas fuerte, por lo que le llame a mi marido, cuando el llego sentía que ya se me había pasado, así que se despidió y se fue a casa de mi suegra que vive a unas cuadras, para estar al pendiente. Pero el dolor regreso y esta vez con mayor fuerza, por lo que le tuve que volver a hablar, mientras el llegaba me bañe y prepare la maleta que me llevarían cuando me dieran de alta.

10:20 pm. Llegue al seguro con muy fuertes dolores, de hecho ya se me dificultaba caminar, me ingresaron, me canalizaron, y me rompieron la fuente, pero tenia que esperar a que estuviera bien dilatada. Los dolores cada vez eran mas intensos, pero nadie me hacia caso, éramos bastantes las que gritaban que al final a nadie hacían caso, pase cerca de 3 horas con los dolores hasta que le dije a uno de los doctores que yo sentía que mi bebe ya venia, me reviso y mando a que me llevaran a la sala de labor pues mi hija estaba a punto de nacer , me llevaron a la sala y el doctor pidió que me pusieran la epidural, pero fue demasiado tarde, pues en menos de cinco minutos mi hija nació a las 01: 05 am del 29 de octubre, sin anestesia. En el seguro las cosas no son como en un hospital privado, solo la limpiaron, la checaron y en seguida me la dieron para que le diera de comer y ese momento fue mágico, por fin conocía a la bebe mas hermosa, y mi corazón se lleno de alegría. . A las 17:00 me dieron de alta y fue cuando mi hijo conoció a su hermanita, fue muy emotivo ese momento, pues tenía frente a mí a las dos personitas que más amo y que vivieron a cambiar toda mi vida.

Pero las cosas no fueron fáciles, tuve depresión posparto, y los primeros días de vida de mi hija, yo no la quería ver, si ella lloraba yo lloraba con ella, prefería estar con mi hijo que con la bebe, y por consecuencia la descuide mucho. Justo cuando tenia solo tres semanas de nacida enfermo de bronconeumonia, estuvo a punto de morir, pero afortunadamente la llevamos a tiempo a atenderla, estuvo internada una semana, ahí cumplió su primer mes, y fue cuando reaccione, la vi tan chiquita, con un montón de agujas, medicamentos, oxigeno y transfusiones de sangre, y solo así me di cuenta que dios me estaba dando la oportunidad de tenerla conmigo y tenia que aprovecharla.

Mi nena se recupero y yo también, las cosas desde ese momento no han sido nada fáciles, pero el amor por esos dos seres maravillosos, me han convertido en una supermama, como me dice mi hijo, ahora puedo presumir de haber concluido mi carrera y estar a punto de titularme, de tener un buen trabajo y sobre todo dos hijos hermosos, que me han dado un sin fin de alegrías, y que me enseñaron que el amor lo puede todo y que sí se puede amar incondicional e infinitamente. Estoy en medio de un proceso de divorcio muy dicifil, mi marido tiene un par de años que no busca a sus hijos y no aporta para su manutención, mis bebes ya no se acuerdan de el y para ellos el único papa que conocen es mi papa. Pero tiene a mami y yo me encargado de darles amor al doble.

Iyari es la mas pequeña tiene 3 años y medio y en agosto empieza el kinder, es traviesa y ocurrente pero tiene un ángel impresionante, Xavier esta a punto de cumplir 5 años, es mas serio y le encanta todo lo relacionado con animales y dinosaurios, cursa el segundo de Kinder y es uno de los mejores alumnos, los dos son niños felices y sanos a pesar de que Xavier es asmático, pero su calidad de vida ha mejorado mucho gracias a los cuidados y la oportuna atención medica.

Esta es nuestra historia, llena de mucho dolor, pero con un final muy feliz, amo con toda mi alma a mis hijos y se que sin sus sonrisas y travesuras mi vida seria totalmente diferente.

Minerva







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